Jorge Mario GARCIA
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Si alguien está ligado al nacimiento del Xelajú y al surgimiento de una
estrella en el firmamento futbolístico, como lo fue el gran Mario Camposeco,
definitivamente tiene que ser Armando Paniagua.
Un lateral derecho que jugó en el inicio del Xelajú y compartió momentos
inolvidables al lado de Mario Camposeco. Armando Paniagua tiene ahora 71 años,
y se dedica a la atención de su negocio de estructuras metálicas ubicado en la
zona tres de Quetzaltenango.
Se inició en 1945 militando en la segunda división quetzalteca para el
Virginia, donde también jugó Mario, era un defensor veloz y recio con la pelota.
Con el Virginia jugó la final de la segunda división ante Rosario FC, al final
fueron los rosarinos quienes ganaron el título y el ascenso.
En 1947 surgió Xelajú y jugó junto a Mario Camposeco durante cuatro años.
Debido al trágico percance de Mario jugó otros cuatro años en el Xelajú donde
ganaron seis títulos departamentales de la primera división.
Posteriormente jugó con la Zona Militar de Quetzaltenango, donde ganó el primer
campeonato nacional intermilitar. Actuó en una época en la que Xelajú era
aclamado en cualquier parte de Centro América y México.
Nos bajaron del tren
Aunque Mario Camposeco sólo jugaba en Quetzaltenango con Xelajú, la fama del
joven futbolista ya traspasaba las fronteras.
En 1950, el equipo quetzalteco fue invitado para realizar una gira por México,
sostuvimos tres encuentros ante equipos de Veracruz, ganamos dos y empatamos
uno.
Jugamos bajo un intenso calor y lo hicimos a estadios llenos, definitivamente
Mario era un imán de taquilla.
Regresamos a Quetzaltenango en tren, pero cuando la locomotora se detuvo en la
estación de un pueblo mexicano, una multitud se metió al transporte y empezó a
bajar nuestro equipaje, me asusté mucho pues pensé que nos querían linchar.
Pero realmente la gente quería que Xelajú jugará ante un equipo de ese pueblo,
pero sobre todo querían saber quién era el tal Mario, al final ganamos y
pudimos regresar a Xela.
La muerte de Mario
Las lágrimas no pueden faltar, cuando se trata de tocar un triste recuerdo
dentro de la vida futbolística. El 17 de junio de 1951, Xelajú jugó contra
Comunicaciones en el estadio escolar y con tres golazos de Mario el equipo
salió ganando.
El recientemente desaparecido Ismael Hurtado, celebró ese día su cumpleaños con
algunos jugadores del equipo, pero no invitó a Mario.
Por la tarde, Mario fue al Bar Tecún para compartir algunos momentos con amigos
y tomarse algunas cervezas, el empresario quetzalteco Guillermo Lavagnino
estaba entusiasmado con la victoria del equipo quetzalteco e invitó a Mario a
sobrevolar la ciudad en una avioneta.
A las 4:30 la avioneta sufrió desperfectos mecánicos y cayó entre los barrios
San Bartolomé y la Transfiguración.
Los dos tripulantes murieron y la ciudad se visitó de luto, los almacenes de la
ciudad cerraron sus puertas y colocaron una laza negra, todo Quetzaltenango
lloró a Mario, dijo Paniagua al referirse al momento más trágico que le toco
vivir.