ALBERT VANDERCAN

Charro chivo
Albert Vandercan, fue un recio defensor mexicano que impuso su ley en el fútbol nacional

Jorge Mario GARCIA
e-mail: jomaga22@yahoo.com

Fue un violento defensor y su carácter le hizo ahuyentar a los mejores delanteros nacionales, jugó en los mejores equipos de México y llegó a Quetzaltenango por azares del destino. Albert Vandercan, tiene 65 años, es originario de Guadalajara pero tiene más de 25 años de ser quetzalteco.

Su recorrido
Se inició en la ligas inferiores del Atlante, de su natal Guadalajara, integrando un equipo de mucho respeto pues en varias ocasiones arrasó con los torneos nacionales.
Posteriormente se vio obligado a enrolarse al Puebla, en 1953. De 1954 al 58, Monterrey se hizo de sus servicios.
Su presencia como recio defensor ya era reconocida y constantemente era solicitado por varios equipos, pero se enroló al Atlético Celaya, en 1958 y 1959.

Llega al Xelajú
También jugó en San Luis Potosí, de 1960 a 1961, donde tuvo uno de los peores momentos de su carrera deportiva pues se vio involucrado en una agresión al arbitro en un partido sostenido ante Querétaro.
La Federación Mexicana de Fútbol lo suspendió y cuando se disponía viajar a Estados Unidos fue contactado por el dirigente quetzalteco Agusto Cantoral para que jugara en Xelajú MC.
Le entusiasmo la idea de venir a jugar a Guatemala, especialmente el hecho de estar cerca de la frontera con México.

Nuevamente en problemas
Llegó a Xela un viernes de agosto de 1961, el domingo ya era parte del armado principal del Xelajú MC que disputaría un juego ante Antigua GFC.
Pero "la cochita" Godoy, delantero antigüeño, desconocía el carácter y el estilo de juego fuerte que el mexicano tenía y lo insultó en varias ocasiones.
Esto le colmó la paciencia a Vandercan quien lo paró en seco y le provocó una fractura, la jugada fue tan bien empleada que el arbitro no expulsó al recién importado, desde esa ocasión el jugador fue respetado y los delanteros tomaron su precauciones al enfrentarlo lo cual favoreció al Xelajú MC.
En la siguiente temporada con Xelajú MC realizó una buena campaña alzando la copa de campeón nacional, campeones del torneo de copa y campeón de campeones.
Cuando la suspensión en el fútbol mexicano terminó el defensor debía regresar a México pero resultó enamorado de la quetzalteca Denisse Weiseenberg, y decidió quedarse a vivir en esta ciudad, con ella procreó a Albert y a Chirstian y pusieron un negocio de artículos deportivos.

Trágico inicio
Cuando recién iniciaba en México, a Vandercan, la mafia le ofreció un maletín lleno de dinero para que no jugara con su equipo el Atlas en un encuentro ante América, pero rechazó la oferta y jugó.
Tres meses después fue atacado por individuos desconocidos que le dieron nueve puñaladas, estuvo al borde de la muerte y los médicos le dijeron que nunca volvería a jugar fútbol.
Pero su amor por el fútbol era demasiado y a base de disciplina logró recuperase en tres meses, corriendo en una montaña de Guadalajara.

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Albert Vandercan
"Nos robaron el título, anularon dos goles y los trofeos ya tenían la placa con el nombre del campeón un día antes", explicó Vandercan al referirse a la final que perdieron ante Municipal en 1964. Aquí posa con la camisola que utilizó en la final de 1962.